Este frasco es un guardián de tu luz invisible.
Úsalo como ancla en tus rituales: sostenlo entre tus manos, visualiza tu intención y reafirma el decreto que lo acompaña. Tócalo con frecuencia — a diario, o al menos una vez por semana — para mantener activa su energía y fortalecer tu vínculo con los planos sutiles.
Llévalo contigo en días sensibles, rituales, o colócalo en tu altar, mesita de noche o dentro de mandalas y rejillas de protección.
✨ Un espejo del alma. Un escudo de luz. Un canal hacia lo invisible.
Trabaja los miedos, las inseguridades y promueve una sensación de bienestar y equilibrio.
La Labradorita expande la conciencia, evita la pérdida de energía del aura, activa la clarividencia, protege a su portador y nos conecta con las energías universales de la Luz.
Sus vibraciones altamente espirituales facilitan la iniciación en la magia, ayudan a recordar nuestro propósito espiritual y despiertan la intuición y los dones psíquicos.
La Labradorite es ideal para terapias y meditación.