Considerada la piedra de los terapeutas, tiene el poder de absorber las energías negativas protegiendo a su portador y realizando un bloqueo áurico para impedir las fuerzas y energías negativas y sombrías.
Es fundamental para aquellos que trabajan con el público o están expuestos a situaciones y ambientes de baja vibración.
Trabaja los miedos, las inseguridades y promueve una sensación de bienestar y equilibrio.
La Labradorita expande la conciencia, evita la pérdida de energía del aura, activa la clarividencia, protege a su portador y nos conecta con las energías universales de la Luz.
Sus vibraciones altamente espirituales facilitan la iniciación en la magia, ayudan a recordar nuestro propósito espiritual y despiertan la intuición y los dones psíquicos.
La Labradorite es ideal para terapias y meditación.