Su nombre es característico de su origen, en Botswana, África.
El ágata es una piedra especial de gran equilibrio energético, curación física y emocional, vitalidad y protección espiritual.
Tiene un gran poder de curación, equilibra, armoniza y energiza los chakras, así como ayuda a despertar nuestra fuerza interior, limpia los ambientes y transmuta energías negativas en positivas.
Promueve el equilibrio de las energías Yin y Yang, calma las emociones, es recomendada para cuando estamos pasando por turbulencias y procesos difíciles, trabaja mejorando la energía ambiental y limpiando el aura.