El aceite de lavanda se extrae de las sumidades floridas y hojas de la planta Lavandula Angustifolia mediante destilación al vapor.
Tiene un aroma fresco y suave.
Relaja, tranquiliza y calma.
Combate la inseguridad y la carencia afectiva.
Combate el insomnio.
Tiene acción antiinflamatoria, cicatrizante y actúa como anticoagulante sanguíneo.
Reduce el estrés y calma en estados de nerviosismo, agitación y angustia.
Elimina bloqueos mentales y aumenta la autoconfianza.
Tiene acción astringente, purificante y es un importante regenerador cutáneo.
Trata el acné, eczemas y quemaduras.
Ayuda en espasmos gástricos, úlcera estomacal y en tratamientos del aparato digestivo.
Calma dolores menstruales, articulares y musculares.
Mejora la calidad del sueño.
Alivia picaduras de insectos y alergias.
A nivel energético abre el séptimo chakra y puede utilizarse para equilibrar cualquier chakra.
No aplicar directamente sobre la piel, diluir en un aceite base.